Málaga se sitúa en el sur de la Península Ibérica. Entre Granada y Cádiz, sus costas las baña el Mar Mediterráneo y ofrece una gran oferta cultural, de ocio, de playa y de entretenimiento sin igual. Su clima templado, donde nunca es invierno, anima a muchos a reservar hoteles en la costa de Málaga para pasar sus vacaciones, ya sea veraniegas o invernales. Y es que Málaga cuenta con el encanto de ser una ciudad cosmopolita pero, también de tener al alcance de tu mano el mar. Así, ya sea por ocio o por trabajo, tu estancia en la ciudad andaluza te llevará a vivir una experiencia única.
Con más de 160 kilómetros de costa, Málaga está bañada por el Mar Mediterráneo en 14 pueblos. Cuenta con 15 playas diferentes, algunas de las cuales son muy conocidas, pero otras verdaderas joyas escondidas que solo la naturaleza conoce y que puedes aventurarte a ellas. Por eso, la Costa del Sol de Málaga se ha convertido en un destino turístico muy apreciado.
Esta se divide en dos, la Axarquía malagueña, conocida como la Costa del Sol oriental; y la occidental, compuesta por pueblos blancos y puertos pesqueros y deportivos. La primera, con la capital en Vélez-Málaga, te deleitará con sus pueblos mediterráneos y playas tranquilas, con sus acantilados y calas más desconocidas. Además, cuenta con varias rutas, como la del Sol y del Aguacate; la del Sol y el Vino; o la ruta de la Pasa. En cada una de ellas visitarás distintas localidades de Málaga.
En cuanto a la segunda, se caracteriza por ser bulliciosa y cosmopolita, con playas soleadas, chiringuitos y restaurantes para conocer la gastronomía malagueña de primera mano. Lugares como Marbella, Estepona, Torremolinos, Benalmádena, Casares… son algunos de los destinos que puedes visitar y que ofrecen grandes atractivos.
Junto a las playas, cuenta con un paisaje interior con 15 espacios protegidos, ya sean parajes, reservas o monumentos. Bosques, ríos, lugares de ensueño que solo si paseas por la ciudad podrás descubrir.
Anímate a alojarte en uno de los hoteles de playa de Málaga y vive lo que es despertar con el amanecer u observar el atardecer con una vista impresionante del mar.
Las mejores playas de Málaga
Málaga tiene un total de 160 kilómetros de playas con una temperatura cálida, aguas transparentes y arena. Si a eso se le suma que es una de las ciudades donde el sol puede resplandecer casi todos los días del año, se convierte en un destino soñado e inolvidable.
Pero, en todos sus kilómetros (y las 15 playas entre las que puedes elegir), hay algunas que son consideradas las mejores playas de Málaga. Si son esas las que buscas, entonces te recomendaremos aquellas en las que puedes reservar hoteles en la Costa de Málaga.
Una de ellas es la playa de la Malagueta, una playa urbana que está en la misma ciudad de Málaga, con 45 metros de ancho aproximadamente. Es decir, que puedes salir de la cama en tu hotel de playa de Málaga, salir por la puerta y estar en la misma arena de la playa. Al mismo tiempo que tienes a escasos metros el centro de Málaga y los comercios, restaurantes y otro tipo de actividades de turismo de interior.
Si prefieres una playa algo más grande, entonces apuesta por la playa de Burriana, ubicada en Nerja, con aguas limpias, cristalinas y azules. Destaca por los acantilados que hay en los alrededores y las comodidades de que dispones. Pero, si quieres una más pequeña, recóndita y escondida, entonces tienes que probar la playa de Maro, con solo 500 metros. Sus entornos naturales y la sensación de relación es envidiable.
Más cerca de Málaga tienes la playa de Pedregalejo, en el barrio de pescadores de Málaga, y con un total de 1200 metros. Otras opciones son la playa de Puerto Banús, en Marbella; la playa de Bajondillo, en Playamar (Torremolinos); Bil-Bil, en Benalmádena; o la del Castillo, en Ejido, Fuengirola. Todas ellas tienen un encanto especial para pasar unas vacaciones increíbles entre la arena, el sol y el agua.
¿Qué hacer en la costa de Málaga?
Hacer una escapada a Málaga no solo implica alojarte en hoteles de la costa de Málaga, para disfrutar de la Costa del Sol. Tampoco ir a Marbella o a Torremolinos para conocer el glamour y el destino más elitista. No. También puedes recorrer la ciudad y visitar las distintas atracciones y lugares con encanto.
Es de visita obligada la propia Catedral de Málaga, llamada Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación, considerada una de las joyas de arquitectura renacentista más importantes. Cerca del lugar tienes la Plaza de la Constitución, muy conocida en Málaga y centro histórico de la ciudad.
La Alcazaba de Málaga, con el Teatro Romano y el Castillo de Gibralfaro, son destinos que no te puedes perder en Málaga, formada por varios edificios construidos por musulmanes en el siglo XI.
Ya que estás en Málaga, no puedes irte sin dar un paseo por la mítica calle Larios, una de las calles peatonales más largas de Málaga y centro neurálgico donde se reúnen cientos de tiendas, locales, y turistas. Con un total de 350 m, es la quinta calle más cara de toda España. Y ya que estás, conviene que dirijas tus pasos hacia el Parque de Málaga, conocido como Parque de la Alameda, perfecto para pasear y todo un jardín mediterráneo con una flora exótica. Parecidos son los Jardines de Pedro Luis Alonso, que están al lado del Ayuntamiento de Málaga.
Si dispones de más tiempo, te recomendamos que cojas un autobús o un coche para visitar algunos de los pueblos más bonitos de Málaga, tanto de la costa, como más de interior, ya que te sorprenderás con algunos de ellos. Por ejemplo, tienes a Nerja, donde descubrirás unas cuevas que llegan a rivalizar con las de Mallorca. O también puedes echarle un vistazo a Ronda, El Caminito del Rey o Frigiliana.
¿Cómo llegar a Málaga?
Málaga es una de las ciudades de España mejor comunicada. Cuenta con un aeropuerto internacional, uno de los más grandes, que está solo a 8 kilómetros del centro de Málaga. Además, dispone de servicio de trenes en caso de que se necesite utilizar, así como autobuses, coches, etc. que conectan Málaga con el resto de ciudades españolas.
La forma más económica para llegar a Málaga suele ser el autobús, pero dependiendo de dónde sea la salida, las horas que se deben hacer de viaje serán mayores o menores. Así, el tren o el avión suelen ser los medios de transporte habituales. Una vez en la ciudad, el coche, autobús y taxi son los preferidos para moverse por las distintas localizaciones.